domingo, 21 de julio de 2013

Paterna de Rivera en el Anuario Regional de Andalucía. 1932


Anuario regional de Andalucía y Norte Español de África

 
Dedicado a las ocho provincias andaluzas y a las poblaciones del Protectorado Español de Marruecos y norte de África, contiene descripciones esenciales de geografía e historia, datos de población, de interés turístico y de comunicaciones, con directorios de organismos judiciales, administrativos, militares y eclesiásticos, e índices de personalidades, profesionales y oficios, y de industrias, comercios y negocios. . Editado por Anuarios Regionales de España (Madrid), el volumen supera ampliamente el millar de páginas (con diferente paginación) y corresponde a su segunda edición, de 1932.

Fuente: Anuario regional descriptivo, informativo y seleccionado de la industria, comercio, agricultura, profesiones, arte y turismo de la región de Andalucía y Norte español de África. Madrid. ISBN 2173-4666. Hemeroteca Digital. Biblioteca Nacional de España
 
 


 
 

Paterna de Rivera en el Anuario-Riera. 1908

 

Paterna de Rivera en el Anuario-Riera. 1905


Paterna de Rivera en el Anuario-Riera. 1904


sábado, 20 de julio de 2013

Paterna de Rivera en el Anuario-Riera. 1903

  Anuario Riera, guía práctica de industria y comercio de España

Comienza su publicación en 1896 como “guía general de Cataluña”, siendo su director Eduardo Riera Solanich. Se trata de un índice-directorio similar al Anuario…, de Bailly-Ballière, que, desde 1879, se editaba en Madrid para toda España. A partir de 1901, el del barcelonés Riera también se convertirá de ámbito nacional como “gruía práctica de industria y comercio de España, y en 1911 se fundirá con el de Bailly-Ballière para formar el Anuario general de España, que será editado por la Sociedad Anónima Anuarios Bailly-Baillière y Riera Reunidos, con sede en Barcelona, y estará publicándose hasta 1978.

Los primeros anuarios de Riera, pues, están dedicados solamente a Cataluña.  A partir de 1901 comprenderá todas las capitales de provincia españolas, las cabezas de partido judicial y sus pueblos más importantes, con más de medio millón de señas. Y junto a los datos que venía ofreciendo, aumentará las descripciones históricas, y dará cuenta de otros, como los censos de población, ferrocarriles, carreteras y servicios de carruajes, correos y telégrafos, aguas medicinas o balnearios. 

Este tipo de anuarios, almanaques o guías suponen una foto fija de la actividad económica, profesional, artesanal, sectorial, administrativa, institucional y cultural de las localidades, poblaciones y ciudades españolas en cada año.
 
La información procedía de una vasta red de corresponsales, como secretarios de ayuntamientos, maestros, libreros, impresores, directores de periódicos, agentes de negocios, etc., alcanzado el Anuario en su época un destacado éxito comercial, y siendo hoy una fuente básica para el conocimiento de las actividades comerciales, industriales o institucionales de los pueblos de España. El Anuario-Riera recibió medallas en las exposiciones de Arcachon (1897), París (1900) y Lyon (1903). 

Fuente Anuario Riera, guía práctica de industria y comercio de España (ISSN 2172-8313). Hemeroteca Digital Biblioteca Nacional de España

 

 

Paterna de Rivera en el Anuario del Comercio. 1911


Paterna de Rivera en el Anuario del Comercia. 1909


Paterna de Rivera en el Anuario del Comercio. 1908


Paterna de Rivera en el Anuario del Comercio. 1905


Paterna de Rivera en el Anuario del Comercio.1894

 

Paterna de Rivera en el Anuario del Comercio. 1888


Paterna de Rivera en el Anuario del Comercio. 1887


Paterna de Rivera en el Anuario del Comercio. 1886


Paterna de Rivera en el Anuario del Comercio. 1885


Paterna de Rivera en el Anuario del Comercio. 1883

Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración

Continuación, a partir de 1881, del Anuario-almanaque del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración que, en 1879, había comenzado a editar el librero madrileño Carlos Bailly-Baillière, y más tarde lo harán sus hijos. Es una guía que contiene centenares de miles de datos de las personas que integran las instituciones del Estado y de las provincias en todos sus sectores (político, educativo, militar, religioso, judicial, etc.) y de los profesionales y oficios, comercios, negocios, fábricas e industrias, tanto relativos a España como de los países de Ultramar y de hispano-américa, y que incorpora a partir de 1881 también a Portugal.  

Inserta también una abundante publicidad comercial, tanto provincial, nacional como extranjera,  de productos comerciales e industriales. Algunos profesionales, comercios e industrias son resaltados tipográficamente.

La publicación fue declarada oficialmente de utilidad pública y premiada en numerosas exposiciones. Cada volumen cuenta con diferentes índices. Uno sectorial por oficios, profesiones o tipo de comercios o industrias, y otro geográfico, comportándose este como un nomenclátor. También confecciona un índice de sus anunciantes. Al final, insertará un índice general.

 El anuario irá aumentando cada año de paginación, desde las 2.000 páginas hasta alcanzar volúmenes que superan las 6.000.  

Después de treinta y tres años publicándose bajo este título, en 1912 se funde con la guía catalana Anuario-Riera (Barcelona: 1896-1911), para seguir editándose, iniciando su segunda época y numeración, bajo el título Anuario general de España (1912-1978).

      Fuente: Anuario del Comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración o Directorio de las 400.000 señas de Madrid, de las provincias, de Ultramar, de los estados hispano-americanos y de Portugal (ISSN 2172-8305). Hemeroteca Digital Biblioteca Nacional de España.
 

 

domingo, 14 de julio de 2013

Paterna de Rivera en el Anuario-Almanaque del Comercio. 1879

Anuario-almanaque del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración  
 



Publicación anual que comienza a editar en 1879 Carlos Bailly-Baillière,  librero de la Universidad Central, de Madrid, del Congreso de los Diputados y de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, en el que se ofrece en torno  a 400.000 señas de las personas que integran la instituciones de las Administraciones Públicas y de cualesquiera que tuviera un oficio o profesión (abogados, arquitectos, notarios, médicos, marmolistas, boteros, libreros, impresores, fotógrafos, carpinteros, etc.) o fuera propietario de un comercio, industria o fábrica, o ejerciera un servicio público.
 

 Estructurado por provincias, partidos judiciales y localidades (en el caso de España, comienza por Madrid, y ofrece el listado por calles), colonias o estados, al comienzo de cada epígrafe ofrece una breve información general (número de habitantes, listado de sus parlamentarios, etc.). También da cuenta de centros culturales, casinos, periódicos o colegios.
 
 A partir de 1881, la publicación pierde la palabra “almanaque” y sigue publicándose hasta 1911, bajo la cabecera Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración.
 
 


El Anuario es una excelente fuente de información de la vida económica y social de Paterna pues entre otras curiosidades recoge una interesante relación de profesiones, personas y empresas. Así llama la atención la existencia en nuestro pueblo de dos casinos: el de la Amistad y el de Artesanos Labradores. Además de las típicas profesiones (médico, veterinario, maestros, farmacéutico, etc.), destacan oficios tradicionales como la de alfarero, molinero, sombrerero, zapatero, confitero, tejedor, herrero..., siendo los más numerosos los de agrimensor, los industriales (aunque no se especifica de qué rama) y los dedicados al transporte. Curioso también que contara Paterna con dos Fábricas de Jergas (colchones de paja).  Resalta así mismo el Anuario el principal atractivo de Paterna durante el siglo XIX: sus baños, que "gozan de justa fama".
 
 

 Fuente: Anuario-almanaque del Comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración o Almanaque de las 400.000 señas de Madrid, de las provincias, de Ultramar y de los estados hispano-americanos (ISSN 2172-8291). Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España.

sábado, 6 de julio de 2013

La Fiesta del Árbol en Paterna de Rivera. 1927-1929


ORÍGENES DE LA FIESTA DEL ÁRBOL

 Los árboles de la libertad


 
            Los orígenes de la Fiesta del Árbol hay que buscarlo en  la llamada  Fiesta del Árbol de la Libertad instaurada en Francia a finales del siglo XVIII.
 
            En la cultura celta de Francia, España e Inglaterra el árbol era símbolo de la comunidad. Durante la guerra de la independencia en América, que dio lugar al nacimiento de los EE.UU. se crearon los llamados Arboles de la Libertad. En Boston hacia 1765  los miembros de la sociedad “Hijos de la Libertad” se reunían en torno a un olmo gigantesco, al que dieron el nombre de Árbol de la Libertad. El viejo olmo fue talado por los ingleses durante la guerra de la independencia. Los patriotas americanos  extendieron la costumbre de plantar árboles que en su mayoría fueron talados por las tropas británicas. Estos árboles de la libertad se convirtieron en símbolos de la lucha por la independencia.
 
            La creación de los árboles de la libertad fue introducida en Francia durante la Revolución Francesa enlazando con la tradición céltica que veneraba  el  árbol como  el símbolo de la libertad del hombre. Se implantó entonces la Fiesta del Árbol de la Libertad  en la que se plantaba un árbol en el centro de una plaza del pueblo durante el la celebración de una gran fiesta cívica. El árbol plantado representaba la libertad de dicha comunidad y a la misma comunidad que vivía en régimen de igualdad tras  librarse de la opresión del Antiguo Régimen. Fue tal el éxito de esta fiesta que se calcula que en 1794  había más de sesenta mil en toda Francia, pues cada pueblo o municipalidad plantó su árbol de la libertad.
 
            La Fiesta del Árbol traspasó fronteras como símbolo de los demócratas y republicanos, por toda Europa occidental. El primer Árbol de la Libertad documentado en España se plantó en 1805  en Villanueva de la Sierra Cáceres).
 
            Tras la Guerra de la Independencia, con la restauración de Fernando VII, los absolutistas  utilizaron el Árbol de la Libertad como símbolo de los liberales a fin de desprestigiarlos como afrancesados.  El fenómeno ocurrió en toda la Europa occidental, convirtiéndose el Árbol de la Libertad en distintivo del ala más izquierdista de liberales, carbonarios, republicanos, socialistas, etc.
 
            A lo largo del siglo XIX, La Guerra de la Independencia, las guerras carlistas y los gobiernos más conservadores no favorecieron  la continuidad de la Fiesta del Árbol. Pero  hubo periodos políticos progresistas en que se difundió la plantación del Árbol de la Libertad: Trienio Liberal (1820-1823), Sexenio Democrático (1868-1874)  I República (1874)) como símbolo de la libertad y de la igualdad.
 
            Con el tiempo, fue desdibujándose su práctica y su contenido político fue sustituido por celebraciones de acontecimientos o hechos  relevantes.
 
            Hacia la década de 1840 en Estocolmo (Suecia) la Fiesta del Árbol de la Libertad junto a la tradición del Árbol de Navidad derivaron en la creación del Día del Árbol, una fiesta del arbolado concebida para que participase la ciudadanía.
 
El Arbor Day americano
 
            La difusión de la llamada Fiesta del Árbol conocida en todo el mundo tendrá lugar tras su implantación en Estados Unidos. En 1872 el Secretario de Nebraska, Sterling Morton, ante la gran deforestación de este territorio americano propone en una Asamblea de Agricultores en Lincoln que en abril de cada año se realizase una plantación de árboles en un acto público. El 10 de abril de 1872 se celebró el primer Arbor Day plantándose más de 1 millón de árboles. 
 
            La idea se extendió por otros estados y en 1882 con motivo de una asamblea forestal de alcance nacional que se celebró en Cincinnati, se realizó una  plantación de árboles simbólica en la que participaron los maestros y alumnos de las escuelas públicas de la localidad. Desde entonces la Fiesta del Árbol quedó como una actividad escolar.  A finales del s. XIX, la Fiesta fue declarada oficial en los Estados Unidos.
 
            El Arbor Day se difundió primero a los países suramericanos y posteriormente a Europa, donde confluiría con el recuerdo de la tradicional Fiesta del Árbol de la Libertad
 
La Fiesta del Árbol en España.
 
            En España con las desamortizaciones del siglo XIX, hubo grandes pérdidas de superficie forestal que fueron ocupadas por tierra de cultivo y pastos. La ciudadanía veía en la política repobladora una pérdida de trabajo y de dinero. Se crearía entonces la Administración Forestal Española que a través del Cuerpo Nacional de Ingenieros de Montes llevaría a cabo un programa de defensa de los montes públicos, de su ordenación y mejora.
 
            El ingeniero Rafael Puig y Vals propuso celebrar la Fiesta del Árbol copiando el modelo norteamericano, desvinculándola de cualquier significación política revolucionaria, que fuese una fiesta escolar y cívica y que tuviese el apoyo e implicación de los dirigentes políticos.  En 1898 fundó la Asociación de los Amigos de la Fiesta del Árbol con el objetivo era fomentar la repoblación del arbolado y proteger las aves insectívoras
 
            La primera “Fiesta del Árbol” en España se celebró en Madrid el 26 de marzo de 1896, promovida  por el ingeniero Ricardo Codorniú y organizada por la Diputación y el Ayuntamiento.
 
            La Fiesta del Árbol se extendió al resto de la península destacando las celebradas en Andalucía, la del Puerto de Santa María  el 26 de diciembre de 1897 y sobre todo la del 10 de febrero de 1898 en Jerez de la Frontera, en la que participaron mil niños y se plantaron quinientos árboles.
 
            Pero será la Fiesta del Árbol de Barcelona de 1899 ideada por Puig la que  serviría de modelo para las del resto de España y supondría su consolidación en España.
            Desde la Revolución Francesa, la Fiesta del Árbol tuvo dos objetivos: una labor educativa de conservación de las masas forestales y un objetivo propagandístico de la política del estado, en un principio de las ideas revolucionarias y liberales, pero posteriormente del gobierno monárquico y conservador de la Restauración.
 
            En 1904  se instaura la Fiesta del Árbol con fines repobladores y educativos (RD de 11 de marzo). Tenía por objeto “la siembra o plantación de árboles en un trozo de monte público ó en lugar adecuado de sus cercanías, la formación de alamedas ó plantaciones lineales a lo largo de los caminos y de los cursos de agua, según lo aconsejen las condiciones de cada termino municipal”.
 
            Posteriormente, por RD de 4 de Enero de 1915 se declara obligatoria la celebración anual de la Fiesta del Árbol en cada término municipal, debiendo el Ayuntamiento  invitar a todos los funcionarios, asociaciones y entidades, tanto oficiales y particulares, que en el término municipal residan.
 
            A partir de 1923, con la Dictadura de Primo de Rivera la Fiesta del Árbol se convierte en una de sus principales ceremonias patrióticas cívico-religiosas para  resaltar el nacionalismo español agrarista y conservador.
 
            La Fiesta pasó a institucionalizarse con el decreto de 30 de abril de 1924 por el que  se obligaba a “todos los ayuntamientos de España procedan, sin excepción, a la plantación mínima anual de 100 árboles, procurando la formación de alamedas o plantaciones lineales a lo largo de los caminos y de los cursos de agua, según lo aconsejen las condiciones de cada termino municipal y eligiendo los sitios más adecuados para que a la vez de ornato y esparcimiento, contribuyan a la higiene y salubridad (…)”.
 
            El festejo se reviste de todos los elementos al servicio del interés primoriverista para resaltar el ideario conservador nacionalcatolicista. En el ceremonial participan las autoridades religiosas, civiles  y políticas y, sobre todo los niños  y los maestros de las escuelas de la localidad. En la Fiesta se celebra una  misa para consagrar los árboles plantados, asisten las autoridades civiles, políticas y militares, y, sobre todo los niños, niñas y maestros de las escuelas como los protagonistas del eventos. Todo ello con la   presencia y bajo la supervisión del delegado gubernativo. La celebración solía comenzar con una solemne función religiosa para consagrar los árboles y el lugar de la plantación, las autoridades pronuncian  discursos de exaltación nacional y del régimen, se hacen disertaciones sobre el origen, significado y fines de la celebración, se entonan canciones patrióticas, se canta el himno al árbol, se recitan poesías alusivas al árbol y se ofrece un merienda a los niños.
 
 
LA FIESTA DEL ÁRBOL EN PATERNA
 
            En Paterna no tenemos constancia de la celebración de la Fiesta del Árbol hasta la Dictadura de Primo de Rivera. En sesión de la Comisión Permanente del 3 de Noviembre de 1924 se acuerdo “registrar la arboleda de la fuente de la Negra para cortar los incos (sic) que se pudieran con el objeto de destinarlos a alambrar el campo para la fiesta del árbol”. Unos días después el 17 de Noviembre se facultaría al alcalde para vender los sobrantes de los árboles de los que se obtendría los hincos para la Fiesta del Árbol. (ACP 17-11-1924). En sesión del día 24 se  acuerda que “en el sitio designado para la celebración de la Fiesta del Árbol se proceda a la colocación de los inques (sic) y el alambrado correspondiente.” Nuevamente se trata sobre la fiesta del árbol en la Comisión Permanente en Marzo de 1925; ante la abundancia de pastos en el lugar donde debía celebrarse la plantación, se ordena su limpieza (ACP 16-3-1925).
 
            No sabemos si, a pesar de los preparativos, se llegó a celebrar la fiesta del árbol en Paterna, pero en Diciembre de 1925 el Delegado Gubernativo, Aurelio Benzo y Cano, comunica al ayuntamiento la obligación la obligación que tenía de “celebrar todos los años la llamada fiesta del árbol que a más de ser altamente educativa es barómetro que señala la cultura de los pueblos”. Además propone “que las plantas que se siembren sean moreras a fin de que en su día pudiera desarrollarse en la localidad la industria sedera, base en tiempos pasados de prosperidad de la economía nacional y termina aconsejando que para mayor solemnidad del acto y estímulo de la niñez podría acordarse la distribución en dicho día de cartillas de ahorro entre los niños de las Escuelas Municipales que más se distingan por su asistencia y dedicación” (ACP 28-12-1924).
 
            El 25 de Enero de 1926 el alcalde informa a la Comisión Permanente “que estaba haciendo gestiones para la compra de los plantones con el propósito de sembrarlos en el cercado de espino artificial que pone el ayuntamiento en el ejido llamado El Real y a propósito de ello hace constar la falta de estética del sitio donde está enclavado dicho cercado dando vista al cementerio de la población combatido por los vientos de levante”. La comisión acordará trasladar el cercado a “otro sito donde las plantas que en él se coloquen tengan más condiciones de desarrollarse y sirvan para ornato de las afueras de la población” (ACP 25-1-1926). Pero no será hasta diciembre cuando que tengamos noticia de lo gastado en el traslado del cercado donde había de celebrarse la Fiesta del Árbol (ACP 27-12-1926).
 
            Por fin tras tres años tratándose el tema de la fiesta del árbol, el 17 de enero de 1927 el alcalde informa a la Comisión Permanente que “preparado ya el campo donde ha de celebrarse por primera vez en esta villa la obligatoria fiesta del árbol, comprados los doscientos eucaliptos que han de plantarse, entendía que dicho acto pudiera celebrarse para rodearlo de la mayor solemnidad el próximo día de San Sebastián a continuación de la fiesta religiosa” (ACP 17-1-1927).
 
            La Fiesta del Árbol se celebró por primera vez en Paterna de Rivera el 20 de Enero de 1927, día de San Sebastián, su patrón. El evento fue recogido en una extensa y detallada crónica periodística en el NOTICIERO GADITANO del día 27 de enero. En la celebración se repite todo el ceremonial típico de esta fiesta durante la Dictadura de Primo de Rivera destacando el acto institucional llevado a cabo en el ayuntamiento dedicado a exaltar la figura y la labor de Julio Díez y Romero como alcalde de Paterna, con las intervenciones del maestro nacional Ramón Pérez Tarrio, el concejal José Colón Moreno y el vicepresidente de unión patriótica, José Gil Martín. En dicho acto se propuso dar el nombre del alcalde al paseo donde se llevó a cabo la Fiesta del Árbol  o una calle del pueblo, terminando la jornada con un banquete y un baile en homenaje a Díez y Romero.


 


EL NOTICIERO GADITANO. 28 de enero de 1927
            La Fiesta del Árbol continuó celebrándose los dos años siguientes coincidiendo también con el día de San Sebastián (ACP 9-1-1928 y ACP 7-1-192). Las plantaciones de eucaliptos se llevaron a cabo en la entrada a Paterna desde Medina (frente al Supermercado Día) y frente al Pozo de Medina, así como en La Cabra y La Negra y junto a la actual Barriada Príncipe de Asturias. Dichos árboles fueron talados entre los años 80 y principios de los 90, a medida que el núcleo urbano de Paterna crecía.  En la fiesta del Árbol de 1928 se plantaron 200 ejemplares de moreras, acacias y eucaliptos.  Tenemos constancia que en los años 50 fueron arrancados los  árboles de mora del Llano de San Sebastián, para construir el Cine de Verano y el Bar Terraza, junto al Cuartel de la Guardia Civil. No sabemos si  estas moreras tuvieron su origen en las fiestas del árbol.


EL NOTICIERO GADITANO. 28 de Enero de 1928

 
 

Eucaliptos sembrados en 1927-29 (al fondo izqda. y dcha.) a la salida hacia Medina. Foto de 1970.

Eucaliptos a la salida de Paterna a Arcos. Romería San Sebastián 1968

 
FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

ARCHIVO MUNICIPAL DE PATERNA DE RIVERA. Actas Comisión Permanente 1924-1929.

ALCUSÓN SARASA, A.: “La Fiesta del Árbol como elemento de nacionalización durante la Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930): el caso aragonés”, X Congreso de la Asociación de Historia Contemporánea, Santander, Asociación de Historia Contemporánea. Prensas de la Universidad de Cantabria. 2010.
 
GALLO PUERTO, P.: “Recuerdos de mi infancia”. Revista El Alcaucil” Nº 38. Marzo 2004. Págs. 23-26. Paterna de Rivera. Cádiz
J.J. LA PLUMA DEL 92: “Cada vez entiendo menos”. Revista El Alcaucil” Nº 10. Mayo 1991. Págs. 27-28. Paterna de Rivera. Cádiz
 
EL NOTICIERO GADITANO, Viernes 28 de Enero de 1927. AÑO IX. Núm. 2.584
 
EL NOTICIERO GADITANO, Sábado 28 de Enero de 1928. AÑO X. Núm. 2.892

 
SIERRA VIGIL, J.M.: “La culta y simpática fiesta: la fiesta del árbol en la política forestal y la historia de España”. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Madrid. 2011